El confinamiento ha generado múltiples efectos positivos en el medio ambiente, principalmente la reducción de emisiones, ocasionando el mejoramiento de la calidad del aire y de las aguas, parte de la restauración de la capa de ozono, además de los avistamientos de animales salvajes en su hábitat, aunque por otro lado, esto ha ocasionado el resurgimiento del plástico, sobre todo de usar por única vez y tirar.
El plástico es un material imprescindible para el uso hospitalario, desde las mascarillas FPP, guantes, batas impermeables, gafas y caretas que se utilizan para la protección y retención de virus, y otros materiales de plástico que son esenciales para llevar a cabo las tareas para cuidar de la salud de los pacientes de COVID-19 como respiradoras y ventiladores, tubos médicos, bolsas de sangre y jeringas.
Por otro lado, el uso indispensable de plástico en el ámbito doméstico ha aumentado, cuyo fin es para cuidar del bienestar y seguridad de las familias, mediante el uso de mascarillas, guantes y toallitas para acudir a supermercados y farmacias, además del uso de otros plásticos desechables como bolsas, botellas de agua, recipientes para enviar comida a domicilio y embalajes del comercio por internet, inclusive se demostró que en Italia, se utilizaron alrededor de 90 millones de mascarillas por mes. La contraparte de esto, es la falta de protocolos para el desecho apropiado de estos materiales en contenedores de basura, ocasionando un impacto negativo en suelos y mares, un ejemplo de la ausencia de dicha acción se vio en las playas del archipiélago de Soko, situado entre Hong Kong y Lantau, donde se empezaron a ver mascarillas flotando y causando un gran daño y contaminación en sus aguas y vida marina.
Por eso, es muy importante llevar a cabo la reducción de los plásticos de la mejor manera que sea posible sin afectar el bienestar y salud de todos y todas, comenzando con pequeños hábitos que reduzcan el problema, desde llevar nuestras propias bolsas de tela, comprar a granel, preferir uso de envases de vidrio o reutilizables, utilizar nuestros propios cubiertos si salimos a comer fuera de casa, llevar nuestro termo y más.