¿Nos estamos quedando sin agua?

En México, el fenómeno de la sequía afecta cada año el territorio, para ello el Servicio Meteorológico Nacional se encarga de detectar el estado actual y la evolución de este fenómeno, con ayuda del Monitor de Sequía en México (MSM).  Gracias a este monitoreo, se ha podido observar que diferentes estados de la República Mexicana se están acercando a los niveles de sequía más altos que se hayan registrado en los últimos 20 años.  Aunado a lo anterior, 60 presas grandes, principalmente en el norte y centro de México, se encuentran por debajo del 25 por ciento de su capacidad, lo que hace aún más alarmante dicha situación.

Lo anterior puede estar intensificado por el cambio climático que provoca un aumento en la temperatura y cambio en los patrones de precipitación, asimismo sequías más intensas se asocian con el cambio de uso de suelo en bosques y humedales, que disminuyen la cantidad de infiltración hacia los mantos acuíferos.

Es importante tener en cuenta los impactos que provocará la sequía en los recursos hídricos superficiales y subterráneos, debido a que pueden generar una disminución en el abastecimiento de agua potable, al deterioro de la calidad del agua, pérdida de cosechas, reducción de la productividad de la tierra, menor producción de energía eléctrica, lo que da lugar a pérdidas económicas y disminución del bienestar social.

Dados los cambios que existen y se prevén para los próximos años en la intensidad de las sequías, es de vital importancia que se replanteen las medidas preventivas y de mitigación establecidas, así como las estrategias para planes de manejo de riesgos, con lo cual se disminuirá la vulnerabilidad, el peligro y los daños derivados de este fenómeno meteorológico.

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