La visión errónea del planeta como una fuente inagotable de recursos ha traído como consecuencia su aprovechamiento irracional, que ha ocasionado la extinción de especies de animales y plantas, crisis energética e hídrica, degradación del medio urbano y la modificación del medio ambiente en general. Aunado a esto, parte del problema radica en que los humanos nos vemos independientes al medio ambiente -siendo que este nos rodea en nuestra cotidianidad- y poca relevancia se presta al daño que podemos ocasionar para cubrir nuestras necesidades (Dellavedova, 2011).
La importancia del medio ambiente no debe limitarse a profesionales del área, sino involucrar todos los sectores de la población, para garantizar la concientización global que incida en una mejor calidad de vida para todos los seres vivos. Para ello es necesario primero generar un equilibrio entre el desarrollo de la actividad humana y el medio que nos rodea, así como desarrollar e implementar instrumentos que regulen e impidan las afectaciones (directas o indirectas) que conlleva el desarrollo de un proyecto, obra o actividad (Dellavedova, 2011).
Una de las herramientas que se utiliza para la protección del medio ambiente es la Evaluación de Impacto Ambiental (EIA), la cual se define en el artículo 28 de la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) como “un procedimiento a través de la cual la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales establece las condiciones a que se sujetará la realización de obras y actividades que puedan causar un desequilibrio ecológico o rebasen los límites y condiciones establecidos en las disposiciones aplicables para proteger, preservar y restaurar los ecosistemas, a fin de evitar o reducir al mínimo sus efectos negativos sobre el ambiente”.
La EIA a lo largo de las últimas décadas ha logrado constituirse como una herramienta multidisciplinaria y esencial para cuantificar y evitar los daños al medio ambiente y a los recursos renovables de México, su objetivo es regular todo tipo de proyectos a través de diferentes modalidades, con la finalidad de identificar los efectos adversos que ocasiona su ejecución y las medidas que se requieren para prevenirlos o mitigarlos (PROFEPA, 2019).
Es necesario destacar que este instrumento no funciona de manera aislada, por el contrario, se encuentra sujeta a las diferentes disposiciones que se derivan de la LGEEPA a través de otros instrumentos de política ambiental, como la planeación ambiental, el ordenamiento ecológico territorial o las normas oficiales mexicanas en materia ambiental, etcétera (Zedillo, et al., 2000).
Además, el procedimiento de la EIA ha sido importante debido a que por primera vez brindó la oportunidad de proteger efectivamente al ambiente ofreciendo información suficiente para tomar decisiones de rechazar proyectos cuyo costo ambiental podría ser demasiado alto (Zedillo, et al., 200). De acuerdo con estas características, la EIA sirve como un instrumento de gestión de carácter preventivo que ayuda a anticipar el daño ambiental de las acciones humanas (Espinoza, 2001) y proteger los recursos naturales, permite reducir costos dado que los costos preventivos son menores que los costos correctivos, incorporar las variables ambientales desde etapas tempranas de la planeación de un proyecto, y por último, representa un bien económico, político y ético (Dellavedova, 2011), ya que al proteger la calidad ambiental se protege la calidad de la vida humana.
Fuente:
- Dellavedova, M.G. Guía metodológica para la elaboración de una evaluación de impacto ambiental. 2011. Universidad de la plata, Facultad de Arquitectura y Urbanismo.
- Espinoza, G. 2001. Fundamentos de Evaluación de Impacto Ambiental. Centro de estudios para el desarrollo (CED), Chile.
- Procuraduría Federal de Protección al Ambiente. 2019.
- Zedillo, E., Carabias, J., Provencio, E., Guillén, F., Gómez, R.M. y Gómez, L.Y. 2000. La evaluación del impacto ambiental. Logros y retos para el desarrollo sustentable 1995-2000. Instituto Nacional de Ecología, Dirección General de Ordenamiento Ecológico e Impacto Ambiental, México.